Primera Calle

Categoría: Literatura

La gente lo habia olvidado ya hacía mucho.

Nadie recordaba muy bien cuando habían visto un viajero entre ellos, nadie que estuviera cuerdo (o que quisiera permanecerlo) se atrevería a entrar a la "cuidad".
Se atrevían a llamarla cuidad, cuando era todo lo contrario. Nadíe vivía en la cuidad.
Los habitantes usaban el pedazo de tierra solo como puerta, incluso podrían decir que les estorbaba cuando querían tomar el sol.
Ya hacía mucho que la gente se había ido luego del terror que cubrío la cuidad y todos vomitaban blasfemias y se enterraron a sí mismos para convertir a la cuidad en una cuidad perdida.

Ya no salía en los mapas desde hacia decadas, incluso muy pocos sabían de su existencia, parecía que la cuidad malsana había sido arrancada del país como si fuera mala hierba y había sido arrojada al estiércol.

El viajero se encontraba extraviado, para su mala fortuna. Luego de caminar en una noche muy intranquila en donde, al parecer, todo habia jugado a que no siga su camino llegó a una cuidad gris de cuidades ciclópeas que blasfemaban al cielo con sus formas extrañas y malsanas que solo un arquitecto retorcido y enfermiso haya podido idear en la más profunda de sus pesadillas.
Caminó poco, le pareció que la cuidad se habia tragado y vomitado así mismo y empezaba gruesa y grotesca.
Lo primero que le impacto fue las pintas en las paredes. Le pacerció que la pared le gritaba súplicas de ayuda, desangrándose desde las entrañas y desgarrando lo que fuera que quedara.

Se encontraba entonces, en la Calle de la Amargura